Originalmente publicado en inglés por Sunipa Pramanik
Publicado el 12 de mayo del 2012
Traducido por Astrid C. Rodríguez Vélez y Solimar Pinto Pacheco, Editado por Mariah Dooley
El arte es un lenguaje que puede trascender los límites geográficos, culturales y cronológicos, y nos ayuda a explorar el legado de nuestra humanidad y creatividad. Thomas P. Campbell, el noveno director del Instituto Metropolitano de Arte, lo dijo bien en su charla de TED:
“Poner a las personas cara a cara con nuestros objetos es una forma de llevarlos cara a cara con personas a través del tiempo, a través del espacio, cuyas vidas pueden haber sido muy diferentes a las nuestras, pero que, como nosotros, tenían esperanzas y sueños, frustraciones y logros en sus vidas, y creo que este es un proceso que nos ayuda a entendernos mejor, nos ayuda a tomar mejores decisiones sobre hacia dónde nos dirigimos.”
El uso del arte como medio para conectar a las personas es algo cada vez más relevante en el mundo diverso y complicado en el que vivimos, lo que hace que la conservación y preservación del arte sean aún más importantes. La conservación del arte une los campos de las artes y las ciencias en la búsqueda de rescatar obras de arte de siglos de antigüedad, así como en la protección de las mismas de posibles daños futuros.
¿Pero que tiene que ver esto con la nanotecnología?

El laboratorio de ciencias de la conservación en el Museo de Arte de Indianápolis (imagen de Richard McCoy)